13 de marzo de 2016

PRINCIPIOS DE DISFUNCIÓN NERVIOSA

INTRODUCCIÓN

Las alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso, independientemente de su origen, se manifiestan ya sea por un aumento o una disminución de su actividad, provocando signos de depresión o de excitación.

Los signos de excitación incluyen:
•    Ataxia: falta o ausencia de orden de los movimientos, incoordinación.
•    Hipermetría: o exageración en la longitud o proyección de los movimientos
•    Nistagmos: movimientos incontrolables de los ojos, y
•    Temblores musculares
Entre los signos de depresión se cuentan:
•    Parálisis: falta de movimientos
•    Parescia: que corresponde a una parálisis parcial o a la falta de intensidad en la contracción muscular, e
•    Hipostesia: falta de sensibilidad; rara vez se presenta anestesia o falta total de la sensación de dolor.

MANIFESTACIONES DE ENFERMEDAD DEL SISTEMA NERVIOSO
Las alteraciones generadas por las enfermedades del sistema nervioso son múltiples y requieren de cierto nivel de habilidad de parte del médico veterinario, no tanto para ser observadas, como para interpretarlas correctamente y relacionarlas con una determinada patología. Las principales manifestaciones incluyen:

Estado mental
Cuatro manifestaciones diferentes se observan en el estado mental de los pacientes: la MANÍA, que corresponde a un conjunto de acciones realizadas por el animal, que resultan poco habituales (extravagantes si se quiere), que son realizadas en forma reiterada (tercamente) y durante las cuales el paciente se encuentra totalmente enfocada en ellas, desvinculándose del medio. Entre las manías más comunes se cuentan la ingesta y lamido de elementos extraños, bramidos con cambios en el tono y frecuencia. Estas manifestaciones pueden sugerir que el animal está ciego, sin estarlo realmente, así como puede observarse inestabilidad en la marcha, y deambular por sitios poco habituales.

Otra manifestación de alteración del estado mental es la EXCITACIÓN, que se aprecia como un aumento de la actividad, de la velocidad con la que el animal realiza diversas acciones, así como por una exagerada respuesta a los estímulos. En consideración a que los bovinos son normalmente animales que reaccionan con miedo o agresividad, un animal con alteración mental demuestra estas mismas reacciones pero aumentadas en intensidad, lo que los hace peligrosos, ya sea por que ataquen, o porque pueden huir en estampidas de pánico.

La DEPRESIÓN puede ser observada por la manifestación de intensa somnolencia, una marcada laxitud, la relajación total que pueden, por intensificación, convertirse en coma. Las formas más simples de depresión, como la falta de apetito, deben ser evaluadas con cautela, para no descartar otro tipo de patologías.

El SINCOPE o desmayo súbito puede ocurrir como consecuencia de insuficiencia cardiaca aguda que se presenta muy ocasionalmente en bovinos, ocurre también en casos de contusiones o concusiones traumáticas, así como por electroshock.

Las contusiones son lesiones traumáticas provocadas por objetos sin bordes cortantes o extremos punzantes; las concusiones corresponden a desmayos inmediatos provocados por traumatismos cráneo-encefálicos, que en humanos se asocian a amnesia breve.

Tono Muscular
El tono muscular se ve afectado por falta, exceso o intermitencia del estímulo nervioso, lo que se manifiesta principalmente por medio de: ATONÍA, o falta del tono muscular, ya sea en músculos individuales que afectan en consecuencia cierta función o movimiento particular. Los TEMBLORES son series continuas y reiteradas de contracciones espasmódicas de músculos estriados, que normalmente son visibles y palpables, y que usualmente son producto de enfermedades degenerativas del sistema nervioso, así como consecuencia de enfermedades metabólicas (hipomagnesemia por ejemplo) o tóxicas.

Las CONVULSIONES, por su parte, corresponden a contracciones enérgicas de partes del cuerpo o la totalidad del mismo, no son constantes y se clasifican según su origen en: de origen central como la encefalomielitis, el edema cerebral agudo y las lesiones causadas por traumas, mientras son de origen periférico las causadas por tétano, hipomagnesemia e hipoglucemia.

Postura y marcha
Si bien los animales adoptan temporalmente posiciones y posturas poco habituales a consecuencia del dolor, en el caso de alteraciones causadas por trastornos nerviosos, estas posiciones y posturas son relativamente más persistentes en el tiempo. Las posturas pueden manifestarse como desviaciones o rotaciones de la cabeza, caída de labios, parpados y orejas, como por ejemplo en el caso de Listeriosis, donde normalmente estas alteraciones son unilaterales, También corresponde a una alteración de la posición el opistótonos característica del tétanos, así como el apoyar la cabeza contra objetos y la posición de perro sentado en bovinos.

Las alteraciones de la marcha se acompañan de ataxia que no es más que la falta de coordinación de los movimientos, ya sea que corresponda a una hipermetría (proyección exagerada de un movimiento) o la hipometría. Un cuadro relativamente frecuente de ataxia en bovinos es la parescia espástica de origen genético. La marcha se ve además afectada en casos de temblores musculares en las extremidades o la parálisis.

Disfunción sensorial
Es posible detectar alteraciones sensoriales en cuadros que alteran la visión, y en aquellos cuadros en que se ve alterada la respuesta a los estímulos cutáneos.

MANIFESTACIONES DE ANORMALIDADES DE LOS PARES CRANEANOS
Se llama pares craneanos a los doce nervios que emergen en pares especulares desde el cerebro o del tronco encefálico, emergiendo por orificios craneales para dirigir su trayecto por la cabeza, cuello, tórax y abdomen.

Primer par craneano corresponde a los nervios olfatorios, cuya alteración se evalúa por reacción a productos químicos como el benceno. La falta de reacción de rechazo, indica lesiones a nivel de placa cribiforme (que separa las fosas nasales de las orbitas oculares), los bulbos olfatorio o a nivel central en el diencéfalo (parte del cerebro ubicada entre el telencéfalo y el mesencéfalo, y que incluye al hipotálamo, el subtálamo, el tálamo, el epitálamo, el metatálamo y al tercer ventrículo).

Segundo par craneano, o nervio óptico, que es evaluado por pruebas visuales, como la prueba de la amenaza (en que se “amenaza” al ojo de un injuria acercando rápidamente la mano – u otro objeto -  al ojo en espera de un pestañeo rápido que cierra el ojo, o el movimiento de la cabeza), otra prueba útil es la de obligar la marcha sobre una ruta con obstáculos, la pesquisa de respuestas a los estímulos luminosos o el examen con oftalmoscopio. Las alteraciones de este par craneano corresponden a lesiones del nervio óptico (traumas, inflamación, etc.), a lesiones del diencéfalo o de la corteza cerebral.

Tercer par craneano, o nervio oculomotor, que lleva impulsos nerviosos desde el centro de reflejo pupilar a los estímulos lumínicos, como impulsos a los músculos rectos dorsales, ventrales y mediales que controlan los movimiento del músculo elevador palpebral y del oblicuo ventral, permitiendo los movimientos del globo ocular. Se determina una alteración de este par craneano, cuando se observan alteraciones en la respuesta al estímulo lumínico, así como en caso de estrabismo ventrolateral. Las lesiones se encuentran tanto en el propio nervio oculomotor, como en el mesencéfalo.

Cuarto par craneano o nervio troclear, este nervio motor entrega impulsos nerviosos a los músculos oblicuos dorsales, por lo que su falla, provoca estrabismo dorsomedial, ya sea por lesión directa sobre él, o en el área del mesencéfalo desde donde dichos impulsos provienen.

Quinto par craneano o nervio trigémino, este nervio, cuyo nombre deriva de las tres secciones principales del mismo, posee un nervio motor para el control de los músculos maseteros (masticación), más los nervios sensitivos oftálmico y maxilar, que obtienen información de receptores de la porción dorsolateral de la piel de la cabeza. Cuando se ve afectada la transmisión nerviosa por el trigémino, se observa una “mandíbula caída” y falla en la respuesta palpebral ante estímulos ejercidos sobre los bordes mediales y laterales de los parpados. Se observa alteración en el funcionamiento del trigémino, cuando hay lesión sobre el mismo nervio, o en el “puente de Varolio” (también denominado Tronco Encefálico, que se ubica entre el Bulbo Raquídeo y el Mesencéfalo).

Sexto par craneano o nervio abductor, que es otro nervio motor, en este caso para los músculos recto-lateral y retractores del ojo, la falta del estímulo conducido por este nervio provoca estrabismo medial, retracción del globo ocular y prolapso del tercer parpado, ante los estímulos que deben inducir el reflejo corneal, ya sea que exista una lesión del nervio, como si esta se encuentra en el medula oblonga rostral.

Séptimo par craneal o Nervio Facial, estos nervios motores estimulan a los músculos que permiten a expresión facial, se pueden probar mediante los estímulos destinados a generar el reflejo corneal, por examen nasal por desviación, por babeo causado por falta de cierre de los labios, y por acumulación de alimento en el vestíbulo (espacio entre dientes y encías), debido a la parálisis del musculo buccinador y a que el labio inferior pende carente de tono. Las lesiones que provocan esta signología incluyen lesiones al nervio facial, así como alteraciones de la medula oblonga rostral.

Octavo par craneal o Nervio Vestibulococlear, este has nervioso está conformado por el nervio coclear, que transporta los estímulos de la cóclea y del tímpano, por lo que su mal funcionamiento provocará sordera; la otra rama nerviosa corresponde al nervio vestibular, cuya alteración del transporte nervioso, provoca inclinación de la cabeza y nistagmo (movimiento involuntario e incontrolable de los ojos). Se observan alteraciones de este tipo en caso de lesión sobre el propio nervio Vestibulococlear, como por lesiones en la medula oblonga rostral.

Noveno y Décimo pares craneales que corresponden al Nervio Glosofaríngeo y al Nervio Vago – respectivamente – y que obtienen información sensorial y proveen de impulsos nerviosos motores a la laringe, faringe y todas las vísceras, incluido el corazón. Lesiones sobre estos nervios provocan alteraciones orgánicas graves, las que se pueden pesquisar por ausencia del reflejo de arcada, vocalizaciones anómalas, disnea inspiratoria, alteraciones en la actividad gastrointestinal y en la frecuencia cardiaca. Las causas de estas alteraciones pueden encontrarse en lesiones de los nervios o de la medula oblonga caudal.

Onceavo par craneal o nervio espinal accesorio, este paquete de axones conduce impulsos hacia el músculo esternocefálico, el que sufre atrofia cuando la frecuencia o intensidad de los estímulos disminuye a consecuencia de trastornos en el propio nervio o en la medula oblonga caudal.

Duodécimo par craneal o nervio hipogloso, por cuanto este nervio conduce estímulos motores a los músculos genihoides y de la lengua, su mal funcionamiento provoca atrofia muscular con lesiones crónicas  derivadas de lesiones sobre este órgano debido a fallas en el control de la lengua, lo que provoca mordeduras involuntarias. El problema puede encontrarse en el propio músculo o en la médula oblonga caudal.

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