19 de abril de 2014

Faringitis

Definición
Es la inflamación de la faringe, caracterizada clinicamente por tos, deglusión dolorosa y falta de apetito.

Etiología
Dos son los principales grupos de causas de faringitis:
  1. Causas físicas: como cuerpos extraños (pica), sustancias irritantes (mercurio, fármacos), semillas con extremos agudos o superficies asperas, traumas por sondajes mal practicados, etc.
  2. Causas infecciosas: como Necrobacilosis, Antrax o Carbunclo bacteridiano, Rinotraqueitis Bovina Infecciosa
Epidemiología
Las causas físicas se presentan en cualquier época del año, pero como el uso de semillas como suplemento de la dieta es propio de ciertas épocas, es dable esperar un incremento de casos en dichos periodos. Se realiza sondaje a los animales para liberar el esófago de c
uerpos extraños como manzanas o papas, lo que ocurre en forma estacional.

El Bacterium necroseos causante de la necrobacilosis se encuentra en los alimentos mal conservados, las camas animales con pobre manejo higiénico y en las heces intestinales.

El carbunclo bacteridiano es causado por el Bacillus anthracis, que se encuentra en estado esporulado en el suelo y lo que entre en contacto con él, de modo que puede ingresar a los animales por heridas, así como por pequeñas lesiones orales cuando los animales consumen alimentos groseros (pajas y resagos de gramíneas), lo que suele ocurrir a fines del verano.

Existen antecedentes de que el virus de la fiebre aftosa, cuando ingresa por vía oral, se replica en la faringe, donde podría causar diferentes grados de inflamación.
 
Patogenia
La inflamación de la faringe dificulta la deglución y en consecuencia la ingestión de alimentos. Si la inflamación es severa, la tumefacción de la mucosa local puede causar obstrucción parcial o total de la faringe, que puede comlicarse en caso de aumento de volúmen del ganglio linfático retrofaringeo.

Sintomatología
Los animales rehuzan comer, y cuando consumen alimentos, demuestran dolor. Pueden presentar tos paroxistica durante la ingesta, la que puede impulsar alimentos a las vías respiratorias y causar neumonía por aspiración.

Se observa descarga nasal con restos de alimentos, regurgitación de los mismos. Los animales suelen permanecer con el cuello extendido y presentar signos respiratorios.
 
Diagnóstico
El diagnóstico de faringitis se sustenta en el exámen clínico; puede ayudar la endoscopia. La presión externa sobre la garganta da origen a tos paroxistica.

Es necesario diferenciar la faringitis de la parálisis faringea. Ésta última normalmente es de comienzo paulatino, salvo que sea consecuencia de la imposibilidad de ingesta de un cuerpo extraño, cualquiera sea el caso, en la parálisis faríngea se encontrará acumulación o retención de alimentos.
 
Tratamiento
Se recomienda la aplicación de antibióticos o antisépticos locales y de electuarios (soluciones calmantes y desinfectantes); en casos de infección generalizada se utilizan antibióticos o sulfas, en conjunto con antiinflamatorios (fenilbutazona o dexametazona son de elección).

Si se sospecha de Carbunclo bacteridiano, se puede recurrir en forma urgente a antibióticos en dosis alta, tales como penicilinas o oxitetraciclinas de larga acción.

En caso de necrobacilosis, los mejores resultados publicados son consecuencia de tratamientos en que se combina el uso de sulfas y penicilinas.

Las causas físicas deben ser removidas, y se deben instaurar medidas que prevengan su efecto en el futuro, para ello la pesquiza de su origen es de vital importancia.
 
Prevención
La higiene y la buena alimentación del ganado son los elementos gravitantes en la prevención de la faringitis. Al respecto es importante manejar adecuadamente el equilibrio calcio-fósforo a fin de prevenir cuadros de pica. Frutos y tubérculos deben ser ofrecidos picados o aplastados para evitar lesiones de la faringe.

La vacunación contra el antrax se debe practicar en forma rutinaria en predios con historial de casos de la enfermedad. Las vacunas contra la necrobacilosis no han dado resultados fiables, por lo que su comercialización es menos frecuente.
 
Bibliografía
  • Medicina Veterinaria; Blood, Henderson y Radostits, 6ª edición.

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